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Geopolítica, nearshoring y cooperación en Norteamérica: perspectivas ante el gobierno de Donald Trump*

21 de Enero de 2025
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Nearshoring

La reelección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos en 2024 marca un cambio estratégico en las prioridades de la política exterior estadounidense. Este enfoque, el cual está centrado en objetivos geopolíticos por encima de la cooperación económica tradicional, tiene implicaciones significativas tanto para las relaciones entre los países de América del Norte como para el orden global (Zeihan, 2024).

 

Durante su primer mandato, Trump empleó herramientas económicas, tales como los aranceles, como instrumentos para alcanzar sus objetivos estratégicos. Este enfoque prioriza objetivos de seguridad nacional y hegemonía global frente a China, sobre intereses comerciales, reflejando una tendencia en la que las consideraciones económicas se subordinan a metas más amplias. Este cambio representa una ruptura con el modelo de globalización cooperativa que prevaleció desde el final de la Segunda Guerra Mundial (Fetzer & Schwarz, 2021).

 

En este marco, la integración económica de América del Norte cede protagonismo frente a objetivos geopolíticos, tales como la contención de China como potencia global, la reafirmación de la hegemonía en el hemisferio occidental y la seguridad de las fronteras dentro de Norteamérica.

 

El T-MEC es un ejemplo de este cambio de prioridades. Aunque el T-MEC moderniza aspectos como la protección de la propiedad intelectual y la política energética, también incluye disposiciones que buscan excluir a China de las cadenas de valor regionales, reforzando una lógica de contención estratégica (Ruiz, 2019).

 

El paradigma global, basado en principios de cooperación económica y reglas claras, está evolucionando hacia un modelo estratégico no cooperativo, en el que imperativos de seguridad y poder geopolítico determinan las prioridades. Este cambio, acelerado bajo la administración Trump, es crucial para entender los desafíos que enfrenta América del Norte en el escenario global.

 

El giro hacia un enfoque geopolítico ha generado tensiones entre los socios norteamericanos. Aunque Canadá y México no representan amenazas directas para la hegemonía estadounidense, ambos países enfrentan presiones asimétricas derivadas de la agenda estratégica de la segunda administración Trump. Estas dinámicas complican la integración comercial regional, comprometiendo en última instancia la estabilidad económica y la cooperación política.

 

Uno de los principales retos que enfrenta Norteamérica ante  el nuevo mandato de Trump radica en la dependencia creciente de la región hacia imperativos de seguridad. En el caso de México, los Estados Unidos han priorizado el control fronterizo, la lucha contra el narcotráfico y la regulación migratoria como objetivos estratégicos. Estas presiones han llevado a amenazas de aranceles y sanciones económicas, poniendo en riesgo la integridad de la cadena de valor norteamericana en sectores clave como el automotriz y el electrónico, desplazando el diálogo económico hacia una narrativa de imposición, lo que genera tensiones diplomáticas (Dedkiker, 2024).

 

Por su parte, Canadá enfrenta desafíos relacionados con el cambio climático y la apertura de rutas marítimas en el Ártico, una región donde los intereses estratégicos de Estados Unidos colisionan con los reclamos de soberanía canadiense. Estas tensiones podrían exigir un aumento en el gasto en defensa por parte de Canadá y compromiso en materia de navegación y explotación de recursos, frente a potencias como China y Rusia (Madslien, 2025).

 

A nivel hemisférico, la situación se complica por la creciente influencia de China en América Latina, especialmente en infraestructura, energía y minería. Proyectos como el puerto de Chancay en Perú, el cual fue financiado con capital Chino, y eventualmente pudiera ser utilizado como una base naval, es un ejemplo de iniciativas que podrían amenazar la hegemonía estadounidense en la región. Sin una estrategia clara, Estados Unidos corre el riesgo de ser desplazado mientras China consolida su influencia económica y política (Villagra, 2023).

 

Estos desafíos evidencian una desconexión entre los objetivos estratégicos de Estados Unidos y la necesidad de cooperación efectiva con sus socios regionales. Aunque la política de "América Primero" busca preservar la hegemonía estadounidense, también puede debilitar la confianza mutua, erosionar alianzas y limitar el potencial económico de América del Norte a largo plazo. 

Para abordar las tensiones y desafíos geopolíticos que enfrenta América del Norte, es necesario redefinir el enfoque regional hacia un modelo que combine prioridades estratégicas de seguridad con los beneficios derivados de una mayor integración económica. Tres ejes principales pueden orientar esta transición: una cooperación adaptada a las realidades específicas de cada país, incentivos económicos compartidos y una visión estratégica que fortalezca la competitividad conjunta de la región.

En primer lugar, es indispensable avanzar hacia una cooperación regional más flexible. Los desafíos particulares de Canadá y México requieren soluciones diferenciadas. Por ejemplo, México podría fortalecer su colaboración con Estados Unidos en temas de seguridad fronteriza y combate al narcotráfico mediante acuerdos bilaterales que incluyan incentivos económicos y tecnológicos. Esto permitiría atender preocupaciones de seguridad mientras se preservan las cadenas de valor regionales. 

 

En el caso de Canadá, la cooperación en el Ártico debería enfocarse en estrategias diplomáticas que refuercen su soberanía, garantizando a la vez la exclusión de actores externos como China y Rusia, a través de una mayor coordinación en defensa e infraestructura marítima.

 

En segundo lugar, la integración regional se debe continuar impulsando. El fenómeno del nearshoring, que se refiere a la reubicación de cadenas de valor desde Asia hacia la región, representa una herramienta estratégica para contener el ascenso económico de China mediante el fortalecimiento de la cadena de valor norteamericana.

 

El nearshoring tiene el potencial de cumplir con los objetivos geopolíticos de Estados Unidos y, al mismo tiempo, promover un desarrollo económico compartido en América del Norte (Duran-Fernández, 2024).

 

Sin embargo, este fenómeno será factible bajo la presidencia de Trump, solo en la medida en que México pueda alinearse con objetivos geopolíticos más amplios, como el control migratorio, la lucha contra el tráfico de drogas sintéticas y el fortalecimiento de la seguridad fronteriza. De no cumplirse estos objetivos, Trump ya ha dejado claro que no vacilará en aplicar sanciones económicas aun cuando estas representen un daño económico para ambos países, pérdidas que recaerían desproporcionadamente en México.

Una visión estratégica compartida debe priorizar la estabilidad regional como base para consolidar el liderazgo global de América del Norte. Por ejemplo, un Acuerdo de Seguridad e Inmigración de América del Norte podría institucionalizar mecanismos de cooperación que alineen los intereses de seguridad de Estados Unidos con los objetivos de desarrollo de México y Canadá, fortaleciendo la confianza entre las partes y reduciendo la incertidumbre.

Por su parte, para contrarrestar la creciente influencia de China en Sudamérica, Estados Unidos debe combinar incentivos económicos con una cooperación regional más sólida, priorizando inversiones estratégicas en infraestructura, energías renovables y tecnología. La penetración de China en el continente pone en duda la efectividad de medidas como amenazas de tarifas o sanciones unilaterales para consolidar la hegemonía de Estados Unidos en la región.

 

Se necesita un enfoque dual que integre incentivos económicos y una estrategia de colaboración regional, diseñada para atraer a Sudamérica hacia una mayor integración con Norteamérica. Este enfoque permitirá contrarrestar el protagonismo creciente de China y fortalecer el papel de Estados Unidos como socio preferente en el continente.

 

En este marco, resulta crucial que Estados Unidos reconozca a sus socios norteamericanos no solo como aliados estratégicos, sino también como pilares fundamentales para asegurar su liderazgo      global. Abandonar un enfoque coercitivo y adoptar una estrategia basada en incentivos y colaboración permitirá transformar las tensiones actuales en una oportunidad para consolidar a América del Norte como un bloque económico y geopolítico relevante en un mundo multipolar.

 

Si bien este enfoque presenta retos significativos, es el único camino viable para que la región maximice su potencial y enfrente los desafíos de un entorno global cada vez más competitivo y volátil. La clave radica en construir una alianza que, sin comprometer las prioridades de “América Primero”, fomente la prosperidad compartida y promueva una visión estratégica a largo plazo.

 

*Para un análisis más profundo sobre el tema, consulta Durán-Fernández, R. (2025). North America’s geopolitical and economic playbook under Trump’s second term. Rice University’s Baker Institute for Public Policy, Center for the U.S. and Mexico. https://doi.org/10.25613/P5ZR-XW05

Referencias
  1. Dedkiker, D. (2024) The consequences of Trump’s tariff threats. Brookings Institute https://www.brookings.edu/articles/the-consequences-of-trumps-tariff-threats/ 

  2. Durán-Fernández, Roberto (2024) : Nearshoring in Mexico: Navigating Expectations and Realities of the Reconfiguration of Global Value Chains, ZBW - Leibniz Information Centre for Economics, Kiel, Hamburg https://www.econstor.eu/handle/10419/301885

  3. Fetzer, T., & Schwarz, C. (2021). Tariffs and politics: evidence from Trump’s trade wars. The Economic Journal, 131(636), 1717-1741. 

  4. Madslien, J. (2025) Trump's eyeing Greenland - but other Arctic investment is frozen BBC, 5 Enero 2025, recuperado de https://www.bbc.com/news/articles/c4gj72m8x3zo

  5. Ruiz, A. (2019). Diferencias entre el TLCAN y el TMEC y sus posibles impactos para México. Perfiles de las Ciencias Sociales, 7(13). 

  6. Villagra, M. E. (2023). Megapuerto de Chancay: Repercusiones en el Comercio Sudamericano e Impacto Geoestratégico. Revista Seguridad y Poder Terrestre, 2(2). 

  7. Zeihan, P. (2024). The End of the World Is Just the Beginning. Harper Bussines.