Prevención de la violencia contra la primera infancia
Jorge Cuartas
Profesor asistente de psicología aplicada de la Universidad de Nueva York y director del laboratorio CARE.
Como parte del programa de seminarios académicos de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública (EGobiernoyTP), Jorge Cuartas—académico asistente de Psicología Aplicada en la Universidad de Nueva York y director del laboratorio CARE—impartió la conferencia Prevención de la violencia contra la primera infancia.
La sesión, realizada el viernes 7 de octubre en la sede Mixcoac de la EGobiernoyTP, convocó a estudiantes de posgrado, personal académico y público interesado en la primera infancia y las políticas de cuidado. El encuentro propició un diálogo informado sobre estrategias de prevención de la violencia infantil con base en evidencia científica rigurosa y experiencias de implementación en contextos reales.
El objetivo central del seminario fue presentar resultados y aprendizajes de Apapacho, una estrategia de prevención desarrollada en Colombia mediante la colaboración entre investigadores, organizaciones de la sociedad civil y tomadores de decisión en política pública. El programa busca reducir el uso del castigo físico y promover prácticas de crianza positivas, fortaleciendo el vínculo afectivo y la estimulación temprana en los hogares.
Durante su exposición, Cuartas subrayó que la primera infancia es una ventana crítica del desarrollo humano y que las experiencias tempranas de violencia tienen efectos adversos medibles sobre la estructura y el funcionamiento cerebral, así como sobre resultados conductuales y socioemocionales. Con base en evaluaciones de impacto, Apapacho mostró efectos positivos en indicadores clave: prácticas de estimulación (+0.19 DE), creencias sobre la crianza (+0.17 DE) y disciplina no violenta (+0.12 DE). Estos hallazgos cuantitativos se complementan con evidencia cualitativa que documenta transformaciones en las dinámicas familiares, como mayor tiempo de calidad, atención sensible a las necesidades de niñas y niños, y mejor regulación y empatía en la gestión emocional.
Las conclusiones presentadas apuntan a que Apapacho constituye una intervención efectiva para promover prácticas de crianza no violentas y fortalecer el desarrollo infantil temprano. No obstante, se enfatizó la necesidad de avanzar en sostenibilidad y escalamiento, integrando la estrategia a sistemas de protección social y servicios existentes. Asimismo, se identificó un déficit de políticas públicas: menos del 50% de los países cuentan con lineamientos específicos para la crianza positiva, lo que representa un desafío estructural para la prevención de la violencia en la niñez.
En el cierre, Cuartas destacó que el éxito de estos programas depende de la articulación entre evidencia, diseño e implementación de políticas y compromiso social. La experiencia de Apapacho ofrece un referente replicable para otros contextos latinoamericanos interesados en reducir la violencia doméstica y construir entornos familiares seguros y afectivos.