Taxonomía de la salud
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Taxonomía de la salud

Líderes de la investigación 
Hatice Beton  G20&G7 Health and Development Partnership

Roberto Duran-Fernandez, EGobiernoyTP 

Dennis Ostwald, WifOR Institute
Rifat Atun, Health Systems Innovation Lab, Harvard T.H. Chan School of Public Health

Equipo de investigación

Kamila Topete Guerena, estudiante EGobiernoyTP 

Socios y aliados

G20&G7 Health and Development Partnership

WifOR Institute, Germany

Fecha de finalización

2025

Desde la pandemia de COVID-19, el financiamiento para la salud por parte de inversionistas privados y gestores de activos ha aumentado drásticamente entre 2020 y 2024, y el capital privado en el sector salud alcanzó los 480 mil millones de dólares. Sin embargo, muchos en el sector salud siguen sin estar al tanto de esta tendencia. El G20, a través del Grupo de Trabajo Conjunto de Salud y Finanzas del G20 (G20 JHFTF, por sus siglas en inglés), ha reconocido la necesidad de fortalecer el financiamiento en salud, particularmente durante las presidencias de Italia (2021), Indonesia (2022), Brasil (2024) y Sudáfrica (2025).

Los esfuerzos recientes se han centrado en herramientas de financiamiento innovadoras; no obstante, se requieren reformas sistémicas más amplias para replantear la salud no solo como una preocupación del sector público, sino como un pilar fundamental de la estabilidad financiera, la resiliencia económica y la seguridad geopolítica.

Este documento se basa en 27 entrevistas cualitativas y otras discusiones confidenciales realizadas con actores clave de entidades gubernamentales del G20, inversionistas institucionales —incluidos gestores de activos, capital de riesgo e inversionistas privados—, bancos multilaterales de desarrollo, sociedad civil y academia, con el fin de comprender las barreras y oportunidades para alinear las inversiones hacia el sector salud.

A partir de estos hallazgos, los autores argumentan que, para abordar de manera efectiva los problemas de sostenibilidad de la deuda en las economías del G20, este grupo debería respaldar:

  1. Una definición conjunta de lo que significa financiamiento sostenible para la salud, tanto para las comunidades de salud como de finanzas, en términos de generar altos retornos sociales y económicos mediante mejores resultados en salud, ahorro y crecimiento de la productividad, creación de empleos, estabilización de las economías y mejora de los rendimientos financieros a largo plazo.

  2. También recomiendan que el G20, particularmente a través del Grupo de Trabajo sobre Finanzas Sostenibles (SFWG, por sus siglas en inglés), fomente el desarrollo de una taxonomía de salud como herramienta estratégica de inversión que alinee la comunicación entre responsables de políticas, empresas e inversionistas.

Esta taxonomía innovadora funcionaría como una herramienta para discusiones estratégicas en juntas directivas, comités de inversión y sesiones de planeación de políticas, con el fin de evaluar cómo puede incorporarse la salud de manera consciente y consistente en portafolios y estrategias actuales. La taxonomía de salud podría respaldar evaluaciones más sistemáticas de riesgos e impactos económicos relacionados con la salud, incluso a través de procesos existentes como las consultas del Artículo IV del FMI y otros marcos de vigilancia macroeconómica relevantes para los Ministerios de Finanzas del G20.

Este informe busca abordar una brecha crítica: la ausencia de un lenguaje compartido, una comprensión común y una herramienta o mapa estratégico para alinear inversiones y principios relacionados con la salud entre actores públicos y privados. Al proponer un marco voluntario de inversión en salud, sustentado en cinco principios de inversión, nuestro objetivo es apoyar un enfoque coordinado que refleje los distintos incentivos de los actores involucrados, sin imponer nuevas cargas regulatorias. Si es reconocido por agencias internacionales y entidades financieras de referencia, y está impulsado por la demanda real, este instrumento puede ser un primer paso para definir lo que significa financiamiento sostenible para la salud, desbloqueando así su potencial para convertirse en un pilar fundamental de la estabilidad económica, el crecimiento y el desarrollo a largo plazo.

 

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