La reconfiguración de las cadenas globales de valor y generación distribuida

México enfrenta un cuello de botella eléctrico en municipios clave con potencial para aprovechar la reconfiguración de las cadenas globales de valor. La falta de infraestructura eléctrica amenaza con retrasar o desviar inversiones industriales estratégicas. Construir nuevas plantas —la solución convencional— requiere entre cuatro y cinco años, un plazo incompatible con la urgencia de esta ventana de oportunidad.

Este estudio propone una alternativa inmediata: redirigir parte del subsidio eléctrico actual —que hoy beneficia desproporcionadamente a hogares de ingresos medios y altos— para financiar la instalación masiva de paneles solares en techos residenciales en municipios estratégicos de Nuevo León. Con el presupuesto existente, sería posible instalar cerca de 74,000 sistemas solares en un solo año, liberando capacidad en la red de distribución y facilitando el crecimiento industrial.

Los resultados muestran que esta estrategia modular generaría entre 196 y 262 GWh anuales, cubriendo hasta el 9.2% del consumo eléctrico de las zonas priorizadas. En cinco años, podría acumularse más de 1,000 MW de nueva capacidad instalada —el equivalente a una planta solar de gran escala, pero distribuida.

Para financiar esta estrategia, se consideran tres esquemas con criterios de neutralidad fiscal y progresividad por decil de ingreso. Este análisis confirma que una transición del subsidio eléctrico hacia un esquema de generación distribuida es viable técnica y financieramente, al tiempo que impulsa la transición energética, la sostenibilidad fiscal y la equidad social.

Un eje central de la propuesta es su enfoque redistributivo. Sustituir subsidios generalizados por una política en especie dirigida a hogares de ingresos bajos y medios promueve una redistribución más justa del gasto público.

El diseño progresivo de los esquemas de financiamiento garantiza que los hogares con menor capacidad económica tengan prioridad en el acceso a los beneficios del programa, sin generar un costo adicional para el erario. 

Aunque se trata de una prueba de concepto que no sustituye la generación firme ni los planes de expansión convencionales, la propuesta sí complementa la estrategia nacional. Representa una vía inmediata y pragmática de intervención. Para la CFE, alivia presión sobre las redes; para SENER, acelera metas de generación distribuida; para SHCP, transforma subsidios regresivos en inversión productiva; y para la Secretaría de Economía, fortalece el sector eléctrico frente a los retos del nearshoring. México necesita energía disponible ahora, no dentro de cinco años. La generación distribuida modular es una solución viable, fiscalmente neutra y socialmente justa que no debe desaprovecharse. 

El reporte se estructura en dos partes. La Primera Parte analiza la viabilidad técnica, económica y fiscal del rediseño del subsidio eléctrico para financiar la generación distribuida en hogares residenciales. Incluye la justificación conceptual, la metodología aplicada al caso de Nuevo León y los resultados del modelo, así como distintos escenarios de financiamiento y su impacto distributivo. 

La Segunda Parte se centra en la estrategia de implementación operativa, incluyendo el diseño institucional y financiero del programa, los aspectos normativos, el cronograma de despliegue, la evaluación de impactos técnicos y sociales, y una matriz de riesgos. 

Esta estructura permite abordar tanto el diagnóstico como la propuesta de acción de manera integral y escalable.

Consulta el reporte